Carmen Ruiz Repullo
Violencia de género en adolescentes.
Por la autora Carmen Ruiz Repullo.
25/07/2018
Carmen Ruiz Repullo es una socióloga cordobesa y desde hace 17 años trabaja con diferentes colectivos, alumnos, profesores, familias y personal técnico en materia de educación en y para la igualdad, así como en la prevención de la violencia de género en las edades mas tempranas. Consultora, asesora, formadora e investigadora en género e
igualdad de oportunidades. Colabora, desde sus inicios en 2005, en la puesta en
práctica y evaluación del Primer Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres en la
Educación, en Andalucía. Ha trabajado como formadora en género e igualdad de
oportunidades para distintos organismos. El año pasado ha sido galardonada con el premio Meridiana en la modalidad Iniciativas que promueven la educación. Trabajó para el Instituto de la Mujer en Andalucía, dando charlas sobre la violencia de género en los jóvenes. En ellas utiliza un cuento que se llama "La historia de Pepe y Pepa" con el que intenta ayudar a los adolescentes a detectar posibles situaciones de maltrato al verse reflejados en ellas. Esta historia y trabajo no es lo único que esta autora ha logrado y comunicado en estas charlas pero si es uno de los mas conocidos trabajos de ella.
La socióloga, autora de un estudio que
analiza los signos de la violencia machista en la adolescencia, cree que la
dependencia emocional sigue siendo una cuestión sin resolver. Actualmente
trabaja en un proyecto coeducativo como eje fundamental de transformación. En
la última edición de los Premios Meridiana, concedidos por la Junta de
Andalucía, recibió el galardón en la categoría Iniciativas que promueven la educación.
A continuación una entrevista hacia la socióloga Carmen Ruiz Repullo:
¿Cómo cree que ha evolucionado el concepto de amor en los
últimos años con las nuevas tecnologías, sobre todo entre los y las más
jóvenes?
La llegada de las tecnologías, especialmente de las redes
sociales, no ha supuesto una nueva configuración del amor, no ha generado un
cambio conceptual propiamente dicho, lo que sí ha creado es un nuevo espacio
donde vivirlo, expresarlo, potenciarlo, tanto para lo bueno como para lo malo.
El amor que se establece en los espacios offline se traslada a
lo virtual sin grandes modificaciones. Quien tiene celos en una relación
amorosa los va a seguir teniendo a través de sus redes sociales, es más, éstas
lo que potencian es un mayor control hacia la otra persona. Este podría ser uno
de los aspectos negativos que incorpora lo tecnológico al amor romántico. Las
tecnologías no son un espacio externo a las personas, forma parte de nosotras,
lo que ocurre en todos los ámbitos de nuestra vida offline ocurre
también en nuestra vida virtual, se traslada a ella, ambos espacios forman
parte de lo mismo, son una nueva forma de relacionarnos pero bajo los mismos
modelos sexistas que existen.
¿En qué medida la emancipación de la mujer ha ido cambiando el concepto de amor?
La independencia económica es un elemento fundamental a la
hora de entender y vivir el amor, sin embargo, la independencia emocional sigue
siendo una cuestión pendiente. Muchas veces encontramos mujeres con
independencia económica que viven y sufren relaciones tóxicas e incluso
violencia de género. Ambas formas de independencia son esenciales para
construirnos como mujeres libres. La sociedad machista nos sigue socializando a
las mujeres para que nuestra vida se complete cuando tenemos pareja e incluso
criaturas. Es tal la presión social, que cuando una mujer decide no tener
pareja o criaturas, la sociedad lo percibe más como un “no ha tenido suerte con
las parejas” o “no ha podido ser madre” que como lo que realmente es, una
elección personal.
¿Qué ha hecho el feminismo para intentar desmontar el mito del amor romántico?
Tanto desde la teoría como desde la militancia y la
reivindicación feminista se ha trabajado intensamente, especialmente en las
últimas décadas, por deconstruir el amor romántico como arquitectura
intencionada del patriarcado para perpetuar las desigualdades. Los principales
análisis feministas coinciden en analizar el amor romántico como una
construcción social que coloca a las mujeres en una posición subalterna, es
decir, no se trata de un análisis del amor como sentimiento, sino como una
cuestión política. Aunque hay autoras anteriores que analizaron de manera
crítica el amor, hay dos que para mí abordan de manera sublime este tema.
Shulamith Firestone en1976 lo definía como el baluarte de la opresión de las
mujeres, como un instrumento más del poder masculino para mantener la
desigualdad en su propio beneficio. Kate Millet, por su parte, en 1984,
comentaba en una entrevista que el amor era el opio de las mujeres, como la
religión lo había sido de las masas, aunque leyendo su obra Política Sexual
podemos hacernos una idea de su especial esfuerzo por desnudar las verdaderas
intenciones del amor para con las mujeres.
En la actualidad, bajo estas mismas premisas feministas,
autoras como Anna Jónasdóttir, Mariluz Esteban, Marcela Lagarde o Coral
Herrera, entre otras, están realizando magníficos análisis sobre el
romanticismo como un eje principal del patriarcado que, entre otras cosas,
coloca a las mujeres en una posición de inferioridad, de
riesgo. Trasladando este análisis a la población más joven, el amor
romántico se sigue cimentando a través de mitos como el de los celos, la media
naranja o la falacia del cambio por amor, que lejos de desaparecer están aún
muy presentes. Deconstruirlos es un gran reto para el feminismo. El amor
romántico, como construcción social, está detrás de muchas de las formas de
violencia de género que sufrimos las mujeres, desvelarlas es una cuestión prioritaria
del feminismo.
¿Cuánto daño ha hecho daño el amor romántico a las mujeres?
Esta es la gran pregunta. La repuesta, sin duda, es en
mucho. Millet decía: “Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban”. Pues
bien, siguen gobernando. Porque claro, ¿cuántas cosas han dejado, dejan o
dejamos de hacer las mujeres por amor? Las renuncias profesionales, el robo del
tiempo personal, el sacrificio oculto, el “total no me cuesta nada”. Todo se
resume en lo que Amelia Valcárcel llama la ley del agrado, que yo
redefino como el imperio del agrado, una socialización diseñada por
el sistema machista sobre el papel que nos toca a las mujeres en la sociedad en
general y en el amor en particular. Agradar en lo estético, en lo amoroso, en
lo profesional, en lo personal, en lo familiar, en lo sexual… en definitiva,
agradarles, aunque no sea de nuestro agrado. Aquí es donde radica el principal
peligro del amor romántico, en este imperio del agrado impuesto
por la masculinidad hegemónica que nos educa a las mujeres para situarnos en un
segundo plano y que los hombres sigan gobernando en todos los sentidos.
Actualmente en las y los más jóvenes el amor romántico está
campando a sus anchas, cada cierto tiempo se producen nuevas novelas, series,
teleseries, canciones, programas televisivos, canales de Youtube, donde los
mitos románticos se presentan como verdaderas pruebas de amor. Esta
configuración amorosa es el germen de la violencia de género, es uno de los
cimientos necesarios para más tarde edificarla. Esta violencia se establece
primero con estrategias de control, especialmente del móvil, las amistades y
los hobbies, pero lejos de analizarse como tales se escudan bajo el paraguas
del amor sin levantar sospechas. Este es el verdadero peligro, la violencia de
género en la adolescencia y la juventud se camufla en sus primeras
manifestaciones, por eso no es fácil detectarla.
Seguimos asociando dolor con amor.
¿Cómo no con todo lo que nos han enseñado? Nos han dicho que
“quien bien nos quiere no hará sufrir” o que “quienes se pelean se desean”. No
nos han educado en que el amor es otra cosa y que “quien bien nos quiere nos
hacer reír”. Nos han socializado en un modelo romántico del sufrimiento, desde
los cuentos, las películas, las series, las telenovelas, las canciones, y así
es difícil detectar la trampa.
Pero sí hemos avanzando, ¿no? A veces en comportamientos que antes nos parecían románticos ahora vemos acoso…
Esto es un claro ejemplo del cambio que está viviendo el
concepto amoroso gracias al feminismo. En la medida en que tomamos conciencia
sobre los peligros y la verdadera intencionalidad del amor romántico, dejamos
de erotizarlo, dejamos de verlo como algo “natural” y comenzamos a analizarlo
con una mirada crítica. Lo mismo ha ocurrido con otros aspectos del machismo,
anteriormente se percibían como algo “normal” hasta que el feminismo llegó para
desvelarlos y denunciarlos.
¿Recuerda la historia de las dos chicas lesbianas retenidas en Turquía? ¿Cree que hace solo unos años habría generado las mismas reacciones que ahora?
Creo que la historia de estas dos chicas pone encima de la
mesa la realidad que sufren las personas LGTBI en el mundo, los riesgos que
siguen teniendo por saltarse la norma heteropatriarcal. En nuestro país esto se
ha superado a nivel legislativo, aunque a nivel social nos sigue quedando
mucho. La escuela está llena de “armarios cerrados” donde el alumnado y el
profesorado LGTBI siguen siendo “lo raro, lo no normal, lo otro”. Sin embargo,
no estamos como hace veinte años o más, donde la población LGTBI tenía serios
problemas si decidía visibilizarse.
¿Cuál es el objetivo del Observatorio Coeducativo – LGTBI que está preparando con varias compañeras?
Las tres que componemos este observatorio, Marian Moreno,
Kika Fumero y yo, coincidimos en la manera de analizar y valorar la educación
como eje fundamental de transformación. Pensamos que el espacio educativo es
fundamental para educar en y para la igualdad, así como para prevenir las
violencias de género y la lgbtifobia. Las tres tenemos una amplia trayectoria
en estos ámbitos y hemos percibido la necesidad de generar un espacio de
encuentro para docentes, alumnado y familias. Un espacio que a su vez sirva de
puente entre la comunidad educativa y las instituciones, y que aporte
herramientas e instrumentos para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y
libre de violencias machistas. Creemos que la coeducación está por llegar y
para ello debemos apostar por la formación, la investigación y la evaluación
educativa. Este Observatorio Coeducativo-Lgbti nace con la intención de ser un
espacio desde el que seguir avanzando en este enorme reto: tener unas escuelas
coeducativas donde las violencias de género y la lgbtifobia formen parte del
pasado.
¿Cree en general que nos da miedo el amor?
No nos han enseñado a amar con mayúsculas, a ver en el amor
un espacio de igualdad y libertad. En cambio nos han educado en un modelo de
amor perverso cuyos roles vienen establecidos por medio de los mandatos
heteropatriarcales. Si en el amor todo está establecido, no cuestionamos lo que
ocurre, en cambio, establecer un modelo amoroso libre e igualitario es un
trabajo continuo en estos tiempos. Eso es lo que da miedo, no encontrar el
camino hecho, diseñado, hay que borrar las huellas y cada cual comenzar el
suyo.
¿Qué es para usted el amor?
Quitándole el apellido “romántico”, el amor es un lienzo por
pintar, cada cual acuerda con quién o quiénes pintarlo, qué pintar, qué colores
usar, etc. No creo que haya un modelo de amor que sea el idóneo, aunque si lo
hubiese sería un amor feminista, un amor donde la asimetría de poder no
existiera, donde quienes lo practican pactaran desde la igualdad que quieren en
esta relación amorosa. En la medida en que deconstruimos la socialización
desigual de género que hemos recibido, en la medida en que nos cuestionamos qué
somos, el amor se va modificando hacia formas mucho más igualitarias.
Entrevista encontrada en: https://www.lamarea.com/2017/07/27/mitos-romanticos-germen-violencia-genero/
Ella tiene publicados 5 libros:
•Cambios Sociales y Género I. Libro de Carmen Ruiz Repullo, publicado en 2016.
•Cambios Sociales y Género II, 3 ESO. Libro de Carmen Ruiz Repullo, publicado en 2016.
•Cambios Sociales y Género. ESO. Anaya + Digital. Libro de Carmen Ruiz Repullo y Ma Antonia Moreno Llaneza, publicado el 21 de junio del 2016.
•Igualdad de Género. ESO. Anaya + Digital. Libro de Carmen Ruiz Repullo y Ma Antonia Moreno Llaneza, publicado el 8 de agosto del 2016.
Su pagina de Facebook: https://es-la.facebook.com/carmen.r.repullo
Su pagina de Twitter: https://twitter.com/carmenruizrepul?lang=es

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